1
A mi venid en la oscuras horas
cuando abatido el corazón esté.
Buscando alivio del eterno Padre,
a mí venid, descanso yo os daré.
2
Muchas mansiones se hallan preparadas,
bellas moradas libres del pesar;
dulce es el ritmo de arpas cadenciosas,
suave se entona el célico cantar.
3
Almas heridas, vidas despreciadas,
floreceréis en el celeste Edén.
A mí venid, dejando las tristezas,
a mí venid, descanso yo os daré.
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