1
Moro yo en las alturas,
donde encuentro gozo y paz;
en la tierra de bellezas,
donde tú vivir podrás.
Es la tierra de hermosura,
do derrama toda flor
sus riquísimos olores
en el alma de dolor.
2
Puedo ver de las alturas
cómo anduve en el error,
extraviado en las tinieblas
y las sombras del terror.
Dudas, votos quebrantados
marcan mi sendero allí,
mas Jesús me ha conducido
hasta do me encuentro aquí.
3
Bebo de la fuente viva;
sus virtudes siento ya;
junto al río de la vida,
satisfecha mi alma está.
No apetezco los placeres
de este mundo en donde estoy,
porque Cristo me ha llamado,
y en camino al cielo voy.
© Este himno es protegido por copyright.