1
Hay una fuente sin igual,
la sangre de Emanuel,
en donde lava cada cual
las manchas que hay en él,
las manchas que hay en él,
las manchas que hay en él,
en donde lava cada cual
las manchas que hay en él,
2
El malhechor se convirtió
muriendo una cruz,
al ver la sangre que vertió
sin culpa el buen Jesús,
sin culpa el buen Jesús,
sin culpa el buen Jesús,
al ver la sangre que vertió
sin culpa el buen Jesús
3
Y yo también, cuan malo soy,
lavarme allí podré;
y en tanto que en el mundo estoy
su gloria cantaré,
su gloria cantaré,
su gloria cantaré,
y en tanto que en el mundo estoy
su gloria cantaré.
4
Tu sangre nunca perderá,
oh Cristo su poder,
y sólo en ella así podrá
tu iglesia salva ser,
tu iglesia salva ser,
tu iglesia salva ser,
y sólo en ella así podrá
tu iglesia salva ser.
5
Desde que aquella fuente ví,
mi tema solo fue
tu compasivo amor, y así
cantando moriré,
cantando moriré,
cantando moriré,
tu compasivo amor, y así
cantando moriré.
6
Y cuando del sepulcro ya
resucitado esté,
canción más noble y dulce allá
en gloria cantaré,
en gloria cantaré,
en gloria cantaré,
canción más noble y dulce allá
en gloria cantaré.
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